Y al que roba en una casa
si lo pillan lo encarcelan,
y al que especula con ella
no hay guardia que le detenga.
Ya no van con palanqueta
ni pistola ni antifaz,
que tienen inmobiliarias
los ladrones de verdad.
Menos mal que nos protege,
dicen, el ayuntamiento;
si no nos llega a amparar
nos roban hasta el aliento.
P’a desbrozar los caminos
que van del campo al mercado
hay que arrancar lo primero
todos los intermediarios.
Son una plaga peor
que el gorgojo y la patera:
no hay remedio ni doctor
que pueda echarlos afuera.
Menos mal que todo tiene
su principio y su final,
menos los intermediarios
porque están en la mitad.
Dicen que la economía
se está poniendo fatal
porque los obreros piden
que les suban el jornal.
Lo dice la patronal,
lo dice y sabe que miente:
lo dice p’a conservar
sus privilegios de siempre.
Menos mal que en la otra vida,
si es verdad lo que prometen,
ganaremos en el Cielo
un jornalico decente.
si lo pillan lo encarcelan,
y al que especula con ella
no hay guardia que le detenga.
Ya no van con palanqueta
ni pistola ni antifaz,
que tienen inmobiliarias
los ladrones de verdad.
Menos mal que nos protege,
dicen, el ayuntamiento;
si no nos llega a amparar
nos roban hasta el aliento.
P’a desbrozar los caminos
que van del campo al mercado
hay que arrancar lo primero
todos los intermediarios.
Son una plaga peor
que el gorgojo y la patera:
no hay remedio ni doctor
que pueda echarlos afuera.
Menos mal que todo tiene
su principio y su final,
menos los intermediarios
porque están en la mitad.
Dicen que la economía
se está poniendo fatal
porque los obreros piden
que les suban el jornal.
Lo dice la patronal,
lo dice y sabe que miente:
lo dice p’a conservar
sus privilegios de siempre.
Menos mal que en la otra vida,
si es verdad lo que prometen,
ganaremos en el Cielo
un jornalico decente.
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