Río Verde
anonyme
Originale | Segunda versión / Seconda versione / Other Version |
RÍO VERDE | “Algunos poetas, teniendo noticia de que la muerte de Don Alonso de Aguilar, fue en Sierra Bermeja, alumbrados de las Coronicas Reales, haviendo visto este Romance passado, no saltò un Poeta que hizo otro nuevo à la misma materia aplicado à él, dice assi:” |
Primera versión / Prima versione / First Version Historia de los Vandos, Cegries, Abencerrages, Cavalleros Moros de Granada, y las Civiles Guerras que huvo en ella, hasta que el Rey don Fernando el Quinto la ganó, 1757, pp. 572-573 | Rio verde, Rio verde, quanto cuerpo en ti se baña de Christianos, y de Moros muertos por la dura espada; |
“Este fin glorioso tuvo este valeroso Cavallero Don Alonso de Aguilar. Ahora sobre su muerte hay discordia entre los Poetas que sobre esta Historia han escrito Romances, porque el uno, cuyo Romance es el que havemos contado, dice, que esta Batalla, y rota de Christianos, fue en la Sierra Nevada. Otro Poeta, que hizo el Romance del Rio verde, dice que esta Batalla en Sierra Bermeja; no sé à qual elija. El Lector puede hacer esta eleccion, pues importa poco que muriera en una parte, ò en otra, pues todo se llama Alpujarra. Aunque me parece, y es assi, que la Batalla dicha passò en Sierra Bermeja, que assi lo declara un Romance muy antiguo, que dice desta manera: | Y tus hondas cristalinas de roxa sangre se esmaltan, que entre Moros, y Christianos se trabò muy gran batalla. |
RIO Verde, Rio verde tinto vá de sangre viva, entre ti, y Sierra Bermeja muriò gran Cavalleria. | Murieron Duques, y Condes, grandes señores de salva; muriò gente de valia, de la Nobleza de España. |
Murieron Duques, y Condes, Señores de gran valía; alli muriò Urdiales, hombre de valor, y estima. | En ti muriò don Alonso, que de Aguilar se llamaba: el valeroso Urdiales, con don Alonso acababa. |
Huyendo vá Saavedra por una ladera arriba, trás él iba un Renegado, que muy bien le conocia. | Por un ladera arriba el buen Saavedra marcha; natural es de Sevilla, de la gente mas granada. |
Con algazára muy grande desta manera decia: Date, date Saavedra, que muy bien te conocia: | Trás dél iba un Renegado, desta manera le habla: Date, date, Saavedra, no huyas de la batalla, |
Bien te vide jugar cañas en la Plaza de Sevilla, y bien conocí a tus Padres, y tu Muger Doña Elvira: | Yo te conocí muy bien, gran tiempo estuve en tu casa y en la Ciudad de Sevilla bien te vide jugar cañas. |
Siete años fui tu cautivo, y me diste mala vida, y ahora lo serás mio, ò me costará la vida. | Conocì à tu Padre, y Madre, y a tu Muger Doña Clara; siete años fui tu cautivo, Malamente me tratabas, |
Saavedra que lo oyera, como un Leon rebolvia, tiròle el Moro un quadrillo, y por alto hizo la via. | Y ahora lo serás mio, si Mahoma me ayudaba; y tambien te trataré, Como tu à mi me tratabas. |
Saavedra con su lanza mas de mil Moros que havia, hicieronle mil pedazos con saña que le tenian. | Saavedra que lo oyera, al Moro bolviò la cara, tiròle el Moro una flecha, pero nunca lo acertára. |
Don Alonso en este tiempo muy gran Batalla hacia, el cavallo le havian muerto, por muralla le tenia, | Mas hiriòle Sayavedra De una muy cruel lanzada, muerto cayò el Renegado Sin poder hablar palabra. |
Y arrimado a un gran peñon, con valor se defendia: muchos Moros tíene muertos, pero poco le valía; | Saavedra fue cercado de mucha Mòra canalla, y al cabo cayò alli muerto de una muy mala lanzada. |
Porque sobre él cargan muchos, y le dán grandes heridas, tantas que cayo alli muerto entre la gente enemiga. | Don Alonso en este tiempo bravamente peleaba, que el cavallo le havian muerto, y le tiene por muralla. |
Tambien el Conde de Ureña, mal herido en demasia, se sale de la Batalla llevado por una guia, | Mas cargaron tantos Moros, que mal le hieren, y tratan; de la sangre que perdia Don Alonso se desmaya. |
Que sabia bien la senda que de la Sierra salia: muchos Moros dexa muertos por su grande valentia: | Al fin, al fin cayò muerto al pié de un peña alta tambien el Conde de Ureña mal herido se escapaba, por guiarle un Adalid, que sabe bien las entradas. |
Tambien algunos se escapan, que al buen Conde le seguian; Don Alonso quedò muerto, recobrando nueva vida, con una fama inmortal de su esfuerzo, y valentia. | Muchos salen con el Conde, que le siguen las pisadas; muerto queda don Alonso, y eterna fama ganada. |