Canto para una semilla
Violeta ParraVersione italiana commentata di Riccardo Venturi, rivista, riordinata... | |
CANTO PARA UNA SEMILLA 1. Los parientes [Relato] Cantar es lindo deleite, mucho mejor con guitarra, quien le hace el quite a la farra se va como por aceite. Sin mañas y sin afeites puede llegar la cantora, cantarle a la buena aurora como lo hace el chincolito, o cantarle al angelito como la Virgen Señora. A eso vengo, mis señores: a cantar cantos colmados de versos tan delicados como perfectos primores. Aquí mostrarán dolores, allá pedirán mudanzas llenas de fé y esperanzas de nuestros amargos males. Fatal entre los fatales yo seguiré estas andanzas. Empezaré del comienzo sin perder ningún detalle, espero que no me falle lo que contarles yo pienso. A lo mejor no convenzo con mi pobre inspiración. Se larga la descripción sin “coilas” y sin engaños reculando algunos años y mudando al caserón. [Canción] Ya que suenan instrumentos, señores, demen permiso lo digo con gran estilo, aquí presento a mi abuelo: José Calixto su nombre, fue bastante respetado, amistoso y bien letrado su talento les asombre. Más le aumente su renombre al decidir muy en breve, no más entre Martes y Jueves procura mostrar su honor, defendiendo el tricolor del año setenta y nueve. En la ciudad de Chillán vivía en un caserón, dueño de una población de gran popularidad. Pa’ mayor autoridad manda a sus hijo a la escuela y a petición de mi abuela le va a enseñar a solfear para una orquesta formar de arpa, violín y vihuela. Ya ven mi abuelo José con la música en la mente, y quién hubo más prudente como mi otro abuelo fue: Mi abuelo por parte ’e maire era inquilino mayor, capataz y cuidador poco menos que del aire. El rico con su donaire lo tenía de obligado caballerizo montado, de viñatero y rondín, podador en el jardín y hortalicero forzado. Al verlo a primera vista parece mi lindo abuelo algún arcángel del cielo gemelo de un Juan Bautista. Azules sus pupilitas, dorada su caballera, montado en su yegua overa no hay niña que no lo mire, ni vieja que no suspire por detrasito ’e mi abuela. Me pongo a pensar un rato y mis taitas aparecen, ojalá aquí deletree con claridez sus retratos: Mi taita fue muy letrario pa’ profesor estudió, y a las escuelas llegó a enseñar su diccionario. Mi mama como canario nació en un campo florído; como zorzal entumído creció entre las candelillas; conoció lo que es la trilla, la molienda, l’amasijo. 2. La infancia [Relato] Semana sobre semana transcurre mi edad primera. Mejor ni hablar de la escuela la odié con todas mis ganas, del libro hasta la campana, del lápiz al pizarrón, del banco hasta el profesor. Y empiezo a amar la guitarra y donde siento una farra allí aprendo una canción. [Coro] Cuando me pierdo en la viña armando mis jugarretas yo soy la feliz Violeta, el viento me desaliña. [Relato] Como nací pat’e perro, ni el diablo m’echaba el guante si con la escuela inconstante constante para ir al cerro. Lo paso como en destierro feliz con los pajaritos, soñando con angelitos; así me pilla fin de año, sentada en unos escaños; ¡QUISIERA SER ARBOLITO! [Canción] Cuando me pierdo en la viña armando mis jugarretas yo soy la feliz Violeta, el viento me desaliña. Así poco a poco aprendo lo que es mancera y arado, arrope, zanco y gloriado, belido que está tejiendo, la piedra que está moliendo, siembra, apuerca, poda y trilla, emparva, corta y vendimia; ya sé lo que es la cizaña, y cuántas clases de araña carcomen la manzanilla. Aprendo a bailar la cueca, toco vihuela, improviso, descuero rana a cuchillo ya le doy vuelta a la rueca. Como una gallina clueca saco mi linda parvá, y en la callana caldeá dorado dejo el triguito, y amarillo el motecito: nadie me gana a pelear. Cuando me pierdo en la viña armando mis jugarretas yo soy la feliz Violeta… …Y empiezo a amar la guitarra y donde siento una farra allí aprendo una canción. 3. El amor [Relato] Mas, van pasando los años, las cosas son muy distintas lo que fue vino hoy es tinta lo que fue piel hoy es paño lo que fue cierto, hoy engaño. Todo es penuria y quebranto, de las leyes yo me espanto lo paso muy confundida y es grande torpeza mía buscar alivio en mi canto. Los tiempos se van volando y van cambiando las cosas. Crecí en el trigo melosa: la siembra fue castigando fue la cosecha mermando, la esperanza quedó trunca. La gente no sabe nunca lo que mañana la espera… lo que mañana la espera la gente no sabe nunca. Entré al clavel del amor. Cegada por sus colores me ataron los resplandores de tan preferida flor. Ufano de mi pasión dejó sangrando una herida que lloro muy conmovida en el huerto del olvido. Clavel no ha correspondido. ¡Qué lágrimas tan perdidas! [Canción] La vida me da recelo, me espanta la indiferencia la mano de la inclemencia me ha echado este nudo ciego. La fuerza me ha consumido y me ha atormentado el alma: pa’ mí lo que llaman calma es vocablo sin sentido. El sol reseca el barbecho, lo deja como la espina, me clava con negra inquina si piso este duro lecho. Camino por un momento las calles a la sin rumbo, veo que estoy en el mundo sin más que el alma en el cuerpo. Miserias y alevosías anudan mis pensamientos, entre las aguas y el viento me pierdo en la lejanía. No lloro yo por llorar sino por hallar sosiego. Mi llorar es como un ruego que nadie quiere escuchar. 4. El compromiso [Relato] Aquí tiene mi pañuelo, señora, seque su llanto no hay en el mundo quebranto que no tenga su consuelo. [Saque la vista del suelo]* y míreme frente a frente que sufre toda la gente lo olvidaba por egoísmo eso conduce al abismo le digo primeramente. Yo la condeno señora a lo alto de una patagua cinco días a pan y agua durante todas sus horas las lágrimas que me llora no tienen explicación. Denuncie con su furor la farsa politicante, no los suspiros galantes ni las razones de amor. Nadie se ha muerto de amor ni por cariño fingido ni por vivir sin marido ni por supuesta traición. El mundo es una estación de trenes de sinsabores con faltas muy superiores su pleito no es una queja. Gran pleito es quien despelleja sin lástima a nuestros pobres. [Canción] Si escribo esta poesía no es solo por darme gusto, más bien por meterle susto al mal con alevosía; quiero marcar la partida, por eso prendo centella que me ayuden las estrellas con su inmensa claridad pa’ publicar la verdad que anda a la sombra en la tierra. Mi corazón peregrino se afirma en este servicio será grande el beneficio que le otorgue a mi destino. El pensamiento infinito me traiciona a cada instante. No puede ni el más flamante pasar en indiferencia si brilla en nuestra conciencia amor por los semejantes. [* Verso mancante nel libretto dell’edizione italiana. Si tratta, è chiaro, di un errore perché la strofa diversamente non sarebbe decima. ndr] 5. La denuncia [Relato] Ya está corrido el telón la fiesta sigue su curso. Mi largo y triste discurso es parte de la función. Les doy la continuación porque eso es lo prometido despéjense los sentidos y tengan comprobación. La prueba será el testigo aquí la tengo en la mano pa’ condenar al villano que tengo por enemigo. Mis cantos desatan nudos. Aquí va el primer disparo. No han de pasar por el aro mis versos “por el saludo”. [Canción] Hacia mediados de invierno, cuando las noches son crudas vemos a tanta criatura peleando ya en este infierno. Más bien me venga la muerte de seguir viendo este ejemplo. El pobre vive en silencio y sufre ya muy cruel castigo de ver a sus diez chiquillos en la miseria y el vicio. Al borde del precipicio se está agusanando el trigo. No puede ni el más flamante pasar en indiferencia si brilla en nuestra conciencia amor por los semejantes. Es una infamia muy dura que no se salven del foso. El dolor es oprobioso y pregunto de partida si la justicia en la vida existe pa’ los rotosos. Los llevan por el calvario cargados con una cruz les niegan hasta la luz los ciegan con su sudario los dejan sin los rosales sin aire y sin manantiales. No puede ni el más flamante pasar en indiferencia si brilla en nuestra conciencia amor por los semejantes. De qué nos sirven los templos de qué el sol y el aire puro cuando su sol es oscuro y va caminando a tiento. Necesito un lazarillo que me alumbre este tormento. 6. La esperanza [Relato] Yo no protesto por migo porque soy muy poca cosa. Reclamo porque a la fosa van las penas del mendigo. Potreros con más frijoles es lo que aquí se reclama. Pa'l pobre una buena cama y un cielo con arreboles. Me amarga la situación, cómo cambiarla pudiera. Pero ordenaré el problema al ritmo de una canción. Me cruzan por la cabeza como palomas los sueños. Mi voluntad jura empeño de arrear con esta pobreza. [Canción] ¡Válgame Dios, cómo están todos los pobres cristianos en este mundo inhumano partidos mitá’ a mitá’! Del rico es esta maldad, lo digo muy conmovída. Dijo el Señor a María: son para todos las flores, los montes, los arreboles. ¿Porqué el pudiente se olvida? Si el sol pudieran guardarlo lo hicieran de buena gana, de noche, tarde y mañana quisieran acapararlo. Por suerte que pa' alcanzarlo se necesitan cojones. De rabia esconden las flores, las meten en calabozos privando al pobre rotoso de sus radiantes colores. No puede ni el más flamante pasar en indiferencia si brilla en nuestra conciencia amor por los semejantes. En este mundo moderno qué sabe el pobre del queso, caldo de papa sin hueso menos sabe lo que es terno, por casa: callampa, infierno de lata y ladrillos viejos. Cómo le aguanta el pellejo, eso sí que no lo sé, pero bien sé que el burgués se pita al pobre verdejo. No puede ni el más flamante pasar en indiferencia si brilla en nuestra conciencia amor por los semejantes. No pierdo las esperanzas de que esto tenga su arreglo. Un día este pobre pueblo tendrá una feliz mudanza. El toro solo se amansa montándolo bien en pelo. No tengo ningún recelo de verlo vuelto tirilla cuando se dé la tortilla la vuelta que tanto anhelo. 7. La muerte [Relato] No es que yo quiera pasarme el lomo por la escobilla, tampoco hacerle cosquillas al que ha venido a escucharme. Con prisiones y gendarmes castiguen mi vanidad, a la pata’e la verdad yo estoy contando mi cuento. Perdonen mi atrevimiento y mi escasa habilidad. Tenga calma la compaña, ya viene la despedida; la poca sabiduría mis pensamientos empaña. Siempre la suerte me engaña por mucha ilusión que tenga. Que la fuerza me sostenga si el sacrificio es en vano y no me condene hermano, no hay mal que por bien no venga. Por años crucé las calles gimiendo muy dolorosa y a trabajar afanosa me fui por montes y valles. No quiero entrar en detalles ni remover las cenizas, lo malo me escandaliza, me quiebra nervios y huesos... Ya el viento volvió el recelo y el mar lavó las desdichas. [Canción] Me voy por un senderito sembrado de blancos yuyos y en árboles en capullo ya cantan los chincolitos. En el estero infinito se están meciendo las aguas, la sombra de la patagua me recibe con cariño; las lágrimas, del corpiño, resbalan hasta mi enagua. Detrás de las alamedas se duermen los animales, perfuman los cereales las trémulas sementeras. Las hojas por vez postrera me brindan una sonrisa y me refresca la brisa, con sus esponjas, la frente. Respiro serenamente, ya nada me martiriza. Semana que mis rosales estaban ya florecidos yo con mi malo sentido ví solo sus espinales. Las nubes primaverales parecen una pintura, los campos con su verdura me han descorrido el telón. Mis ojos bailan al son del viento por la llanura. Ya no me clava la estrella, ya no me amarga la luna, la vida es una fortuna vistosa, próspera y bella. Sus lluvias y sus centellas nos engalanan los aires, nos brinda como una madre su aliento renovadero. Ya siento que el mundo entero está de canto y baile. 8. Epílogo [Relato] Ya no tendrá sus dolencias porque se fue de este mundo sumergida en el profundo misterio de las ausencias. [Coro] De las doradas gavillas que en el rastrojo cayeran limpiando la sementera va recogiendo semilla. [Relato] Ayer sembró la simiente que hoy florece y fructifica… Ayer sembró la simiente que hoy florece y fructifica… [Coro] De las doradas gavillas que en el rastrojo cayeran limpiando la sementera va recogiendo semilla. [Relato sobre fondo musical]] Gracias a la vida que me ha dado tanto. Me dio dos luceros que cuando los abro perfecto distingo lo negro del blanco, y en el alto cielo su fondo estrellado. Gracias a la vida que me ha dado tanto… Me ha dado el oído Que en todo su ancho, graba noche y día grillos y canarios, martillos, turbinas, ladridos, chubascos. Gracias a la vida que me ha dado tanto… Me ha dado la marcha De mis pies cansados. Con ellos anduve Ciudades y charcos, playas y desiertos, montañas y llanos. Gracias a la vida que me ha dado tanto… Me ha dado la risa y me ha dado el llanto; así yo distingo dicha de quebranto los dos materiales que forman mi canto y el canto de ustedes que es el mismo canto y el canto de todos, que es mi propio canto. 9. Canción final Me falta la compresión para explicar el grandioso momento tan venturoso que dentra por mi razón. Se embarga mi corazón en este siglo moderno veo que aflojan los cuernos los toros quedan sin astas y el pueblo diciendo: “¡Basta pa’l pobre ya los infiernos!”. América aquí presente con sus hermanos de clase que empiece la fiesta grande de corazones ardientes. Se abracen los continentes por este momento cumbre que surja una perdidumbre de lágrimas de alegría. Se baile y cante a porfía, se acaben las pesadumbres. Entremos en la columna humana de este desfile. Miles y miles de miles de voces fundida en una. De todas partes los hurras, aquí todos son hermanos y así estarán: de la mano como formando cadena porque la sangre en las venas fluirá de amor sobrehumano. Todo estará en armonía, el pan con el instrumento, el beso y el pensamiento, la pena con l’alegría. La música se desliza como cariño de madre, que se embelezcan los aires desparramando esperanzas. El pueblo tendrá mudanza, lo digo con gran donaire. América aquí presente con sus hermanos de clase que empiece la fiesta grande de corazones ardientes. Se abracen los continentes por este momento cumbre que surja una perdidumbre de lágrimas de alegría. Se baile y cante a porfía, se acaben las pesadumbres, se acaben las pesadumbres, se acaben las pesadumbres. | CANTO PER UN SEME [Racconto] Cantare è un dolce piacere Ancor più bello se ti accompagni con la chitarra e a chi rifugge la gazzarra gli va a pennello. La cantora si può presentare senza trucchi e senza finzioni; cantare la buona aurora come fanno gli uccelletti, o cantare gli angioletti come fa la Vergin Signora. Perciò gentile pubblico vengo a cantare dei canti ricolmi di così delicati versetti quasi che fossero dei gioielli perfetti. Alcuni denunceranno i dolori, i malanni della nostra esistenza, altri, pieni di fede e speranza, chiederanno dei cambiamenti. Io, comune mortale, seguirò questa loro cadenza. E vado a incominciare dall’inizio, senza trascurare un sol dettaglio e spero risulti ben chiaro quello che voglio raccontare. Può darsi che io non vi convinca con la mia povera ispirazione ma inizio lo stesso la descrizione senza fandonie né inganni, andando un po’ indietro negli anni e cambiando abitazione. "Cantar es lindo deleite".... "Cantare è un dolce piacere, specialmente se ti accompagni con una chitarra!" Così comincia il "Canto per un Seme". La storia della vita di chi lo ha scritto, delle sue scoperte, delle sue delusioni, delle sue ricerche, della sua militanza; e, anche, della premonizione della sua morte. E di una speranza di riscatto e di cambiamento radicale mai venuta meno. Di ambiente piccolo borghese, Violeta Parra è pur sempre una "privilegiata" per gli standard del Cile del suo tempo; i suoi genitori, inoltre, le danno un'educazione molto libera, permettendole di "formarsi" per la strada e nei campi. L'introduzione al "Canto" è gioiosa; ma il tono cambia ben presto. Fin da bambina Violeta si accorge del mondo che la circonda. Ma sentiamo come, dopo l' "Introduzione", Violeta Parra ritrae la sua famiglia: 1. LA FAMIGLIA E già che l’orchestra suona, signori, mi sia concesso di presentarvi in grande stile mio nonno José Calixto. Si chiamava José Calixto, Fu abbastanza rispettabile, Amichevole e ben istruito, Il suo talento vi sorprenderebbe. Aumenterò la sua buona fama Dicendo assai brevemente Come tra il martedì e il giovedì Cerca di mostrare il suo onore Difendendo il Tricolore Dell' anno '79. Nella città di Chillán Viveva in un casermone, "Capo" di un sobborgo Dove abitava tanta gente; Per aver ancor più autorità Manda suo figlio a scuola E su richiesta di mia nonna Lo manda a imparare a suonare Per formare un'orchestra Con arpa, violino e viola. Questo è il nonno paterno di Violeta Parra, ed è anche un sobborgo di una città cilena nel 1879. Il nonno è una specie di "nazionalista moderato", ma non è un conservatore di stampo classico; da un lato è il "capo sobborgo", illudendosi di avere un'autorità che non ha. Però ostenta qualche "status symbol" di allora: manda suo figlio a scuola (!) e gli fa imparare la musica. Ma passiamo adesso al nonno materno: Questo era nonno Callisto pieno di musica nella testa. Ma quest’altro mio nonno materno aveva maggiore buon senso: Mio nonno per parte di madre Era capo fittavolo Fattore e procuratore Poco meno che dell'aria; Il ricco con la sua prepotenza Lo teneva sotto di sé, Cocchiere in carrozza Vinattiere e guardiano, Giardiniere e potatore, E gli imponeva di curar l'orto. Guardandolo a prima vista Il mio bel nonno sembra Un arcangelo in cielo, Gemello di Giovanni Battista; Azzurri i suoi occhi, Bionda la sua capigliatura Montato sulla sua cavallina Non c'è ragazza che non lo guardi, Né vecchia che non sospiri Alle spalle di mia nonna. E questa è un'altra parte del Cile di quel tempo: il "factotum" del ricco, sempre al suo servizio. Un servo, appunto; ma un servo "nobilitato". Non per questo meno servo, come si coglie nell'ironia delle parole di Violeta Parra. La quale, dei genitori, parla un po' meno; ha già individuato tutto il suo ambiente nei nonni. Ci penso su un poco e mi appaiono mio padre e mia madre, Magari potessi cesellare i loro ritratti: Mio padre fu assai istruito, Studiò da professore E andò nelle scuole A insegnare il suo "latino". Mia madre, come un uccellino Nacque in un campo in fiore, Come un calabrone svolazzante Crebbe fra il biancospino, Conobbe la mietitura, La macina e il raccolto. Qui termina la descrizione della famiglia, con la ripetizione per tre volte della strofa finale in duetto (ovvero fra i due figli di Violeta Parra, che cantano la canzone). Libera, come sarebbe sicuramente piaciuto al Guccini di "Culodritto", Violeta Parra è un vero "maschiaccio" malgrado le sue dimensioni minime (anche da adulta non superò mai la statura di un metro e cinquantadue). Violeta Parra disse sempre di aver avuto un infanzia felicissima, piena di "ammaccature" e di risse, ma anche di giochi da sola e di camminate da maratoneta. Imparò la solitudine e a cavarsela sempre da sola; e, come dichiarò sempre, "me quedé una niña". La chiamavano “La Feliz Violeta”. E, subito dopo, inizia un pezzo vertiginoso sia nell'andamento musicale che nel linguaggio, scritto interamente in dialetto. Le avventure di Tom Sawyer! Ma c'è anche il ballo e la musica!: [Racconto] Nei miei primi ricordi d’infanzia non c’è che un filo di settimane e poi non parliamo di scuola: la detesto di tutto cuore dalla lavagna al gesso, dal libro alla campana, dalla cattedra al banco. La chitarra è la mia prima passione. Se c’è una festa e lo vengo a sapere sì, la sì che ci vado ad imparare una canzone 2. L’INFANZIA [Coro] Quando mi perdo nella vigna Armando le mie tagliole Sono Violetta Cuorcontento, Il vento mi spettina tutta! [Racconto] Ero nata Con l’argento vivo addosso neanche il demonio mi avrebbe acciuffata E se a scuola ero piuttosto disastrata in compenso ero di casa su nei boschi e la fine dell’anno mi trovava seduta su uno sgabello… “Vorrei essere un alberello!” Quando mi perdo nella vigna Armando le mie tagliole Sono Violetta Cuorcontento, Il vento mi spettina tutta! Così a poco a poco imparo Quel che son la madia e l'aratro Il mosto cotto, il sostegno e il ponce La conocchia che sta tessendo, La pietra che sta a macinare, Semina, taglio, potare e trebbiare, Stendere il grano, la spula, la vendemmia E quante specie di ragni Mangiano le mele acerbe. Imparo a ballare la "cueca", Suono la viola improvvisando, Scuoio rane col coltello E faccio partire il telaio, Come una chioccia Covo la mia bella nidiata E nel fienile riscaldato Lascio imbiondire il grano E ingiallire il mais, Nessuno mi vince nelle risse! Quando mi perdo nella vigna Armando le mie tagliole Sono Violetta Cuorcontento… … E la chitarra è la mia prima passione. Se c’è una festa e lo vengo a sapere Sì, la sì che ci vado ad imparare una canzone La strofa, cantata da Isabel Parra, è ripetuta con gli Inti-Illimani che si inframezzano con l'intermezzo della "Feliz Violeta". E', fra parentesi, il brano che canto sempre a quelli che mi dicono che "lo spagnolo si capisce senza problemi", anche considerando che deve essere eseguito quasi senza respirare, in venti secondi! [Racconto] Passano gli anni, cambiano le cose. Ciò che era vino oggi è solo inchiostro. Ciò che era cuoio oggi è solo panno. Ciò che era vero oggi è solo inganno. Tutto è tormento e miseria. Le leggi mi fanno paura. Ho in cuore un gran turbamento. Confusa in un vicolo cieco domando sollievo al mio canto. Il tempo che vola altrove muta le cose in altre. Io nacqui nel grano soave ma la semina si fece stenta, il raccolto di poca cuccagna e la speranza rimase monca. La gente non saprà mai che cosa accadrà domani. Che cosa il domani sarà la gente mai, mai lo saprà Entrai nel garofano dell’amore sconvolta dai suoi colori, rapita dallo splendore del fiore più prelibato. Fiero della mia passione m’aperse come una ferita che pianse, non rimarginata, nell’orto dell’oblìo. Il fiore non mi si schiuse: quate lacrime perse! Passano gli anni e per la giovane Violeta arriva l'amore. Il quale non è niente di idilliaco; qualcosa da rimuovere. Addirittura di spaventoso, di falso. Qualcuno sospettò che Violeta, da adolescente, avesse subito una violenza sessuale (anche se lei non lo disse mai); e questo parrebbe essere adombrato nella seconda strofa della canzone che segue. E, con la disillusione sull'amore (o su un certo tipo di amore), per Violeta arriva come automaticamente la presa di coscienza. "Nessuno è morto per una fede al dito, o per vivere senza marito, o per scemenze del genere", si dice nel recitativo; è qui che Violeta inizia il suo viaggio, sempre più dichiaratamente anarchica, anticlericale, libera in modo viscerale. Inizia a viaggiare per tutto il suo lunghissimo Paese, come farà per tutta la vita, e a cantare quello che per lei è il suo vero amore: il suo popolo, le sue vicende, le sue lotte e le sue tradizioni più ostacolate, represse, compresse. Lo fa con un tono che si fa via via sempre più duro: "Che dirà il Santo Padre che vive Roma / Che gli stiamo sgozzando le sue colombe?". Un tono di lotta continua, senza ripensamenti; il tono di chi crede che la morte non faccia finir niente ("La muerte no acaba nada"). Non la conosce nessuno e lei gira, vaga, canta e balla; e sono proprio gli anni in cui, nella parte nord del suo Continente, un certo Woody Guthrie sta facendo la stessa esatta cosa. Chissà, se si fossero incontrati... L'Amore lascia questo tipo di traccia in Violeta Parra. Questa canzone disperata, definitiva, meravigliosa. Questa confessione a metà tra il rimpianto ed il non tornare indietro, perché la scelta è stata fatta. Vorrei che ne conosceste tutti la musica per poterla cantare. 3. L'AMORE La vita mi fa paura, Mi spaventa l'indifferenza, La mano dell'inclemenza Mi ha stretto questo nodo cieco. La forza mi ha consumata E mi ha torturato l'anima, Per me quello che chiaman "calma" E' una parola senza senso. Per me quello che chiaman "calma" E' una parola senza senso. Il sole dissecca il maggese, Lo lascia come un pruno secco, Mi tormenta con bile nera Se mi stendo su quel duro letto. Cammino per un momento Per le strade, senza meta, Vedo che sono al mondo Con niente più nel corpo, tranne l'anima. Vedo che sono al mondo Con niente più nel corpo, tranne l'anima. Miserie e tradimenti S'intrecciano ai miei pensieri, E tra le acque e il vento Mi perdo nella lontananza. Io non piango così per fare Ma per trovare conforto, Il mio pianto è come una preghiera Che nessuno vuole ascoltare. Il mio pianto è come una preghiera Che nessuno vuole ascoltare. (I quattro versi di inizio della terza strofa, fra i più belli mai scritti da Violeta Parra, furono ripresi anche in "La exiliada del sur", uno dei suoi capolavori). Non so come mai, ma mi viene a mente sempre una canzonetta di Amedeo Minghi, quando ascolto questo brano. "Cantare è d'amore", dice il Minghi; come no. Col cazzo! Cantare, scrivere, ogni cosa è buttarsi sul mondo, nel mondo, dentro e fuori il mondo. Questo e nient'altro. Tutto il resto sono solo cazzate immonde, chiunque le scriva o le dica. Ed è quello che Violeta Parra fece. Prese anche la patente di guida. Il Cile è lungo 4500 chilometri. E lungo quei 4500 chilometri, dal nord desertico dove non piove da 450 anni (nella Puna de Atacama) fino al gelo australe di Punta Arenas e della Tierra del Fuego, Violeta Parra incontrò tutti e cantò di tutti, cominciando a seminare una sorta di "terrore". Quella minuscola donna dai capelli lunghissimi, alla quale potrebbe essere senza alcun problema applicato il "teorema De André ": dove finivano le sue dita incominciava in qualche modo una chitarra. Lungo quei 4500 chilometri si accorse come si viveva veramente. La coscienza. Eccola qui la coscienza di chi viaggia per l'ingiustizia del mondo. Ma non voglio fare "tirate", qui. Lascio parlare Violeta Parra. Guardate come si cambia tono, adesso! E tanto per dare una botta anche ai fautori dell' "Arte per l'Arte" e ai tanti esteti che circolavano allora come adesso, ed anche tanto per dare una rinfrescatina alla canzone militante, in barba al nostro amato Guccini e alle sue interviste, Violeta Parra si occupa anche della Poesia: [Racconto] Ecco il mio fazzoletto, signora, si asciughi il pianto non c’è tormento al mondo che non abbia il suo conforto. Fra noi, parliamoci chiaro, ce ne scordiamo per egoismo, ma che cosa ci sbatte all’inferno adesso lo dico, davvero. Signora: che sia condannata seduta su un fico d’india a cinque giorni di pane e acqua; le lacrime che lei brucia non valgono la candela. Usi il suo furore per denunciare la farsa del politicante e non il sospiro galante o i maneggi dell’amore. D’amore non è morto mai nessuno né per affetto mentito, né per vivere senza marito, né per presunto tradimento. Il mondo è un porto di mare per l’ingiustizia e i dolori, con pene di gran lunga maggiori. La sua non è che un vagìto. L’orrore più grande è sfruttare, scannare la povera gente. 4. L’IMPEGNO Se scrivo questa poesia Non è solo per piacere, Ma per incalzare senza tregua Il male, spietatamente. Voglio sottolineare da dove parto, E quindi mi do una spinta, Che mi autino le stelle Con la loro immensa lucentezza Per mettere allo scoperto Quel che è in ombra in questa terra. Il mio cuore girovago Si rafforza in questo servizio, Sarà grande il beneficio Che sarà concesso al mio destino. Il pensiero infinito, Il tradimento in ogni istante, Neanche chi se ne frega di tutto Può restare indifferente Se brilla nella nostra coscienza Amore per i propri simili, Se brilla nella nostra coscienza Amore per i propri simili. [Racconto] Il sipario è già stato alzato e la festa segue il suo corso, il mio lungo triste discorso fa parte di ciò che è rappresentato. E intendo andare anche e ancora avanti ve lo prometto è la mia intenzione svegliatevi i sentimenti e fatemi bene attenzione. La mia testimonianza costituirà la prova. Ce l’ho qui fra le mani per bollare quei cani che considero nemici. Mollo le gomene dò fuoco alle polveri ed eccovi il primo sparo i miei versi son versi sciolti per le bordate del varo. 5. LA DENUNCIA Già verso metà dell’inverno Quando le notti son dure, Vediamo tante creature Che lottano in questo inferno. Mi colga la morte piuttosto Che continuare a vivere vedendo questo spettacolo. Il povero vive in silenzio, Soffre una pena crudele Guardando i suoi dieci piccini Nella miseria e nel male. Sul bordo del precipizio Il grano sta già marcendo. Neanche il più osannato Può tirar dritto indifferente, Se gli brilla dentro cosciente L’amore per il prossimo. E’ un’infamia ben crudele Che non si salvino dalla fossa. Il dolore è una cosa schifosa E mi chiedo fin dall’inizio Se vi sia una qualche giustizia Per chi vive da diseredato. Li portano sul calvario Con una croce in spalla, Gli negano anche la luce, Li accecano nel sudario, Li lasciano senza rose, Senz’aria, senza sorgenti. Neanche il più osannato Può tirar dritto indifferente, Se gli brilla dentro cosciente L’amore per il prossimo. A che buon pro’ questi templi E il sole e l’aria pura Se il loro giorno è scuro E si trascinano a stento. Mi serve una guida in aiuto Per farmi luce in questo tormento. [Racconto] Io non protesto per me perché sono poca cosa. Ma mi metto a gridare perché le pene di chi patisce non devono finire sottoterra. Qui si protesta perché nei campi ci sia più semenza e più grano e ogni povero abbia il suo letto e il suo tramonto sereno. Così come stanno le cose mi danno dolore. Potessi cambiarle! Ma cercherò di aiutarle al ritmo di una canzone. Mi frullano in testa dei sogni come colombe. Il mio pensiero s’impegna a marchiare questa vergogna. 6. LA SPERANZA Ne guardi Iddio come stanno Tutti questi poveri cristiani In questo mondo disumano Diviso a metà. E' tutta colpa dei ricchi! Lo dico assai commossa. Disse il Signore a Maria: Sono per tutti i fiori, Le montagne, i declivi, Perché il potente se ne scorda? Se il sole potessero ingabbiarlo Lo farebbero assai volentieri, Di notte, sera e mattina Lo vorrebbero tutto per sé. Menomale che per raggiungerlo Ci vogliono le palle. Per rabbia nascondono i fiori, Li mettono in guardina Privando il povero straccione Dei loro colori splendenti. Neanche chi se ne frega di tutto Può restare indifferente Se brilla nella nostra coscienza Amore per i propri simili. In questo mondo di oggi, Che ne sa il povero del formaggio? Broda di patate senz'osso, Non sa neppure com'è la carne. Come casa una baracca, un inferno Di latta e tegole vecchie. Come fa a tirare avanti? Questo proprio non lo so: Però so bene che il borghese Piglia per il culo il povero. Neanche chi se ne frega di tutto Può restare indifferente Se brilla nella nostra coscienza Amore per i propri simili. Non perdo le speranze Che un giorno qualcosa s'aggiusti, Un giorno questa povera gente Avrà un bel cambiamento! Il toro solo si ammansisce Montandolo bene a pelo. Non ho nessuna paura Di vederlo a gambe all'aria: Quando si rigirerà la frittata, Il ribaltamento cui tanto aspiro. Violeta Parra vagò, cantò, fondò teatri, incise dischi, scoprì e lottò per tutta la sua vita. Il suo nome cominciò ad essere noto anche dei confini del Cile, con le sue canzoni violentissime e dolci ad un tempo stesso. Allegre e tristissime, divertenti e tragiche, e, talvolta, spietatamente surreali (come la stupenda "Parabienes al Revés", gli "Auguri all'incontrario" in cui immagina di essere, da adulta, una sorta di terribile "piccola peste" seminando lo scompiglio a un matrimonio di ricchi). Ma era sempre la "feliz Violeta", una "feliz" con negli occhi, con una chiarezza terrificante, tutte le ingiustizie, gli orrori, le falsità di un mondo e di tutto il mondo. Negli anni in cui passava la sua vita vagando e cantando per il Cile, si erano succedute una spietata dittatura (quella di Gonzáles Videla; Pinochet non è stato il primo) con il suo famigerato lager di Rancagua e una serie di governi "democratici", ovvero rigorosamente borghesi e conservatori (di destra o democristiani). Ma erano anche gli anni in cui qualcosa cominciava davvero a cambiare; e Violeta Parra, assieme a Pablo Neruda e ad altri, era una delle voci più importanti di questo cambiamento. Chissà se Violeta cominciò a pensare alla morte per stanchezza. O, chissà, per aver sentito d'aver come esaurito la sua utilità, una volta avviato il processo, la "vuelta" cui tanto anelava. Il 5 maggio 1967 (lo stesso anno della morte del Che Guevara) tenne un concerto a Santiago; poi si chiuse nel suo camerino e si uccise. Non molto tempo prima aveva scritto "Gracias a la vida", la sua canzone più celebre, il suo ringraziamento alla vita che le aveva dato tanto: colori, sapori, temporali, riso e pianto. I due materiali che formano il suo canto. Ma scrisse, nel "Canto per un Seme", anche la sua morte e la sua speranza. La fine delle sue sofferenze, mai sopite, ed il perpetuarsi di ciò per cui aveva lottato tutta la vita. Con queste due canzoni, si chiude. Ci fu un cambiamento, durato tre anni; poi venne un generale e l'11 settembre 1973. Lei non vide nessuna di queste due cose. "Yo nunca he sido fascista" (Augusto Pinochet Ugarte). [Racconto] Non è che io voglia causare dei crucci a buon mercato e nemmeno aumentare il prurito a chi mi è venuto a sentire Se è vanità sia punita con i gendarmi e con la galera. Io in tutta sincerità vi racconto la mia storia vera. Perdonatemi questo ardire, la mia scarsa abilità. Chiedo a tutti di pazientare fra poco la musica finirà. E scusate la poca pratica che mi rende un po’ oscuri i pensieri. Il destino mi frega sempre per tanto che sempre m’illuda di fare. E se il mio sforzo non serve a niente ch’io trovi la forza di continuare. Ma tu fratello non mi condannare. Non c’è male per quanto sia grande che non venga anche per un po’ di bene. Per anni sono andata vagabonda, gemendo, tutta pesta, a faticare in capo al mondo, addannata per campare. Ma non voglio entrare nei dettagli, andare a rimestare nella cenere, perché il male scandalizza di vergogna spezza i nervi e le ossa: mi ripugna. E poi il vento ha già spazzato via il rancore e le batoste sono disperse in mare. 7. LA MORTE Vado per un viottolo Disseminato di bianchi "yuyos", Di alberi verdeggianti, Già cantano gli uccellini. Nella calma infinita Stanno scorrendo le acque, L'ombra della "patagua" Mi accoglie con una carezza, Le lacrime, dal corpetto Scorrono sulla sottana. Dietro i viali alberati S'addormentano gli animali, Profumano i cereali, I campi seminati tremolano. Le foglie, come antipasto, Mi offrono un sorriso E mi rinfresca la brezza Con le sue spugne la fronte. Respiro serenamente, Più niente mi fa soffrire. Da una settimana i miei roseti Erano già fioriti, Io, con la mia sbadataggine Avevo visto solo le spine. Le nubi primaverili Sembrano un quadro, I campi con il loro verde Mi hanno spalancato il sipario, I miei occhi ballano al suono Del vento per la pianura Più non mi tormentan le stelle, Più non mi amareggia la luna, La vita è una fortuna Vistosa, prospera e bella. Le piogge con le loro scintille Adornano l'aria, Ci offrono come una madre Il loro alito rinnovatore, Già sento che il mondo intero Sta cantando e ballando… 8. EPÍLOGO Per lei non ci sarà più sofferenza perché è svanita a questo mondo immersa nel profondo mistero dell’assenza. [Coro] E spigolando il grano disperso fra le stoppie raggoglie il biondo seme in bei covoni d’oro. [Racconto] Ieri seminò la semente che oggi fiorisce e dà frutto… Ieri seminò la semente che oggi fiorisce e dà frutto… [Coro] E spigolando il grano disperso fra le stoppie raggoglie il biondo seme in bei covoni d’oro. [Racconto con musica in sottofondo] Grazie alla vita che mi ha dato tanto. Mi ha dato due luci quando le accendo distinguo a perfezione il bianco e il nero e in alto nel cielo l’incanto stellato. Grazie alla vita che mi ha dato tanto. Mi ha dato l’udito che in tutto il suo raggio registra notte e giorno e grilli e canarini, martelli, turbine e voci, latrati ed uragani. Grazie alla vita che mi ha dato tanto. Mi ha dato di che marciare con le mie gambe stanche. Con loro ho attraversato le città e le piogge, i deserti e le spiagge, e montagne e pianure. Grazie alla vita che mi ha dato tanto. E poi mi ha dato il riso. E poi mi ha dato il pianto così che io distingua la gioia dal tormento le due concrete essenze che formano il mio canto E il vostro canto che è lo stesso canto. Ed il canto di tutti che è il mio stesso canto. 9. CANZONE FINALE Mi manca la comprensione Per spiegare il grandioso Momento foriero di tutto Che mi passa per la mente. Il mio cuore è allegro: In questo mondo moderno Vedo che abbassan le corna, I tori restano a palle basse. E il popolo che dice: Basta Con gli inferni per la gente! L'America qui presente Coi suoi fratelli di classe Dia inizio alla gran festa Dei cuori ardenti! Si abbraccino i continenti In questo momento fatale, Che sgorghino a profusione Lacrime d'allegria! Si balli e canti per sfida, Basta con le disgrazie! Entriamo nella colonna Umana di questa sfilata, Migliaia, migliaia e migliaia Di voci fuse in una sola! Da ogni parte gli hurrà, Qui tutti sono fratelli: E così staranno, per mano, Come a formare una catena! Perché il sangue nelle vene Fluirà d'amore sovrumano. Tutto sarà in armonia, Il pane con lo strumento, Il bacio e il pensiero, Il dolore e l'allegria, La musica si scateni Come la carezza di una madre! Che si abbellisca l'aria Spargendo speranze, Per la gente cambierà tutto, Lo dico con orgoglio! L'America qui presente Coi suoi fratelli di classe Dia inizio alla gran festa Dei cuori ardenti! Si abbraccino i continenti In questo momento fatale, Che sgorghino a profusione Lacrime d'allegria! Si balli e canti per sfida, Basta con le disgrazie! Si balli e canti per sfida, Basta con le disgrazie! Basta con le disgrazie! Basta con le disgrazie! |