Al compagno presidente Salvador Allende
Fausto AmodeiOriginal | Versión en español de AnaMaríaAméstica - Youtube |
AL COMPAGNO PRESIDENTE SALVADOR ALLENDE Niente bandiere esposte a mezz'asta, a Valparaiso, Santiago, Antofagasta per Salvador Allende Hanno paura di ricordare che un vero presidente popolare muore ma non s'arrende. Per chi è vissuto e morì con coraggio non ci si attende un omaggio da quelli che sono vissuti e più tardi dovran morir da codardi. Niente uniformi, né generali, né nobil donne né autorità ufficiali di fianco al tuo sudario. Per chi ti ha ucciso non conta niente la morte di un compagno presidente morto da proletario I traditori si sono già accorti d'esser più morti dei morti: anche da vivi a loro è concesso d'essere carogne lo stesso. Nessun cannone ti ha tributato, sparando a salve, l'ultimo commiato, andando al cimitero. Nixon non spreca inutilmente le munizioni per un presidente morto da guerrigliero. Ogni suo colpo lo devo serbare per chi ti vuol vendicare. Chi c'ha la forza e non la ragione si affida solo al cannone. Ma, mille a mille, si sono mosse in tutto il mondo le bandiere rosse per te compagno Allende. Si sono mosse per ricordare che solo un presidente popolare muore ma non s'arrende. E' stato il popolo a darti in omaggio questo tuo grande coraggio. Questo coraggio che tu ora da morto Rendi al tuo popolo insorto. Chi ti ha voluto render gli onori sono milioni di lavoratori di rivoluzionari. Perchè è un esempio ormai leggendario, che un presidente muoia proletario tra gli altri proletari. Ma dietro ad un proletario ammazzato c'è tutto il proletariato. C'è tutto il proletariato che aspetta di compier la sua vendetta. E quei fucili che hanno voluto renderti ancora l'ultimo saluto, entrando al cimitero, son stati i primi che hanno indicato come seguir l'esempio che tu hai dato compagno guerrigliero. Ora la forza ce l'ha un traditore ma il socialismo non muore. Esso è ben vivo e continua a lottare con unità popolare. | AL COMPAÑERO PRESIDENTE No hay banderas ondeando a media asta, ni en Valparaíso, Santiago o Antofagasta por Salvador Allende Tienen miedo de recordar que un verdadero presidente popular muere, pero no se rinde. Para los que vivieron y murieron con coraje no está previsto ningún homenaje de aquellos que han vivido y más tarde deberán morir como cobardes. Ni uniformes ni generales ni nobles damas ni autoridades oficiales al lado de tu sudario. Para tus asesinos no vale nada la muerte de un compañero Presidente caído como un proletario. Los traidores ya lo han notado que están más muertos que los muertos: también a los vivos se les concede ser carroña de sí mismos. Ningún cañón te ha homenajeado en el último adiós disparando salvas camino al cementerio. Nixon no desperdicia inútilmente municiones para un presidente muerto como un guerrillero. Cada disparo lo debe reservar para quien te quiera vengar. Los que tienen la fuerza y no la razón confían solo en el cañón. Pero a los miles, se han levantado en todo el mundo las banderas rojas por ti compañero Allende. Se han levantado para recordar que sólo un presidente popular muere, pero no se rinde. Ha sido el pueblo que rinde su homenaje a este tu gran coraje. Este coraje que tú ahora muerto dejas a tu pueblo insurrecto. Quien te ha querido rendir los honores son millones de trabajadores, de revolucionarios. Porque es un ejemplo ya legendario, que un Presidente muera como proletario entre los otros proletarios. Pero detrás de un obrero asesinado está todo el proletariado. está todo el proletariado que espera su venganza cumplir y que así sea. Y aquellos fusiles que han querido rendirte también el último saludo, entrando al cementerio, han sido los primeros que han señalado como seguir el ejemplo que tú has dado compañero guerrillero. Ahora la fuerza la tiene un traidor, pero el socialismo no muere. está bien vivo y llama a luchar con la Unidad Popular. |