זאָג ניט קײנמאָל
Hirsh Glik / הירש גליקLa versione spagnola di S. Nudelshtecher | |
NUNCA DIGAS | HIMNO DE LOS COMBATIENTES |
Nunca digas que esta senda es la final. Acero y plomo oculta un cielo celestial. Nuestra hora tan soñada llegará, redoblará nuestro marchar "¡Henos acá!". Nuestra hora tan soñada llegará, redoblará nuestro marchar "¡Henos acá!". | No digas jamás que tu camino es el postrer, si acero y plomo oscurecen el celeste amanecer, nuestra hora tan anhelada aún llegará, ¡y nuestro paso, estamos aquí, redoblará! |
Desde las nieves a las palmas de Sión, henos aqui con el dolor de esta canción. Mas donde nuestra sangre caiga o caerá, Nuestro valor, nuestro heroismo brotará. Mas donde nuestra sangre caiga o caerá, Nuestro valor, nuestro heroismo brotará. | Desde tierras verdes a las de gélido blancor, henos aquí con nuestro sufrir y nuestro dolor, y donde nuestra sangre cayó y regó allí nuestro valor y nuestra fe han de brotar. |
La luz del alba nuestro día alumbrará, con el ayer al enemigo borrará. Pero, si tarda, pasará nuestra canción como consigna de una a otra generación. Pero, si tarda, pasará nuestra canción como consigna de una a otra generación. | Un sol de aurora el hoy alumbrará, y nuestro ayer con el enemigo se hundirá, y si demora el alba, que pase esta canción, como emblema de generación a generación. |
Con sangre y plomo esta canción escrita está. No es la de un pájaro que vive en libertad, sino de un pueblo que entre muerte y destrucción cantó con armas en la mano esta canción. sino de un pueblo que entre muerte y destrucción cantó con armas en la mano esta canción. | Con sangre y no con tinta este himno se escribió, no es el canto de un pájaro en libertad, sino el de un pueblo que entre muerte y destrucción, con las armas en la mano entonó esta canción. |
Y nunca digas que esta senda es la final. Acero y plomo oculta un cielo celestial. Nuestra hora tan soñada llegará, redoblará nuestro marchar "¡Henos acá!". Nuestra hora tan soñada llegará, redoblará nuestro marchar "¡Henos acá!". | No digas jamás que tu camino es el postrer, si acero y plomo oscurecen el celeste amanecer, nuestra hora tan anhelada aún llegará, ¡y nuestro paso, estamos aquí, redoblará! |